sábado, 28 de marzo de 2009

Haciendo tres millones de amigos...O no.



Observo que los distintos usos o intenciones que se le pueden dar a las denominadas "Redes Sociales" son casi tan variados como el número de personas que en ellas se expresan.
En mi cuenta de Facebook solo tengo amigos a los que ya conocía previamente y aunque eventualmente me tropiece con otras personas, amigos de mis amigos, el trato no suele pasar de una afable cohabitación

Ha despertado mi curiosidad un uso alternativo, al menos para mí, de estas redes: Los grupos. Y en particular uno de ellos: TRES MILLONES DICEN NO A LA MONARQUÍA.

El nombre del grupo incitó mi curiosidad y decidí seguirlo. Al fin y al cabo se trataba de una noble causa y además ¿a quien no le gustaría tener tres millones de amigos?

Mi decepción llegó pronto al leer la descripción de los motivos que invitan a pertenecer a tan numeroso grupo y que reproduzco a continuación:

Vamos a juntar 3.000.000 de personas cansadas de pagar de su bolsillo la nariz de Letizia, los esquies de Cristina, el yate del Juanca, etc., etc., etc...

... y no hay más. Bueno sí: supongo que lo demás será el "etc, etc, etc...".

Se me ocurren un montón de razones para poner en solfa la institución monárquica... Éticas, morales, políticas... Pero el hecho de reducirlo todo, o al menos resaltar, la parte económica es, sin duda , un tremendo error y demuestra la puerilidad y la debilidad del discurso actual.

Quizás sea ésta, la económica, la única cuestión rebatible en todo este asunto. Por que : ¿Quién garantiza que, sustituida la monarquía por una jefatura de estado civil, el costo al Erario Público sea menor?...Sobrados andamos de noticias recientes de escandalosos gastos por parte de reyezuelos provinciales que nos hacen temer que, de ser investidos en tan altos cargos, harían palidecer con su ostentación a la corte versallesca del mismísimo Rey Sol...Si un presidente regional se encarga un coche de cerca de medio millón de Euros sin ningún tipo de reparo, no quisiera padecer el sonrojo de verlo como Jefe de Estado saliendo de palacio a bordo de una carroza dorada tirada por briosos corceles blancos...

Así que vuelvo a mi perfil de vacío... Sin tres millones de amigos y con la triste certeza de que me acostaré hoy, de nuevo, súbdito y me levantaré igual de plebeyo y oprimido.

Menos mal que siempre nos quedará el Marxismo... La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados (Groucho Marx).

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