martes, 14 de abril de 2009

200 Kilómetros.


Mucho se ha dicho y escrito estos días sobre el nombramiento de la nueva ministra de Cultura y las consecuencias que de ello se pueden derivar.
Sin embargo hay un aspecto en este reabierto debate en torno a las descargas P2P al que parece pocos dan importancia y que, modestamente, creo que puede influir en la decisión que han (hemos) tomado millones de personas en este país de amotinarnos, abandonar los pesados remos de las galeras Reales y pasarnos al peligroso oficio de la piratería.

La cosa no va de Libertad, Cultura o Derechos de Propiedad esta vez. Va de Kilómetros: 200 Kilómetros, para ser más exactos. Y es que 200 son los kilómetros que tiene que hacer éste que les escribe para poder disfrutar de una sesión de cine... y esto en pleno siglo XXI...

El cierre sistemático de todas las salas de cine de pueblo , así como de la gran mayoría de las del centro de las ciudades en beneficio de la concentración de éstas en los Centros Comerciales ha obligado a un cambio de hábitos en los espectadores. No hace demasiado tiempo uno podía salir a dar un paseo por cualquier capital de provincia y en media hora pasar por delante de media docena de salas de cine, ver las carteleras y, sin mucho esfuerzo, sacar una entrada y estar sentado en una butaca en cuestión de minutos. En los pueblos o pequeñas villas lo mismo, aunque la elección de el cine quedara reducida a uno solo.

En estos momentos ver una película para mí supone:
- Tomarme una tarde entera libre.
- Coger el coche y conducir durante 100 Km. hasta un centro comercial.
- Buscar plaza en un atestado parking y caminar por él y por unos largos pasillos hasta la entrada de esa especie de disneylandia en que se han convertido los cines.
- Ver una película, esperando que además haya merecido la pena...
- Finalmente salir y conducir otros 100 interminables Km. hasta llegar a mi casa.

Coste de la operación:
- 4 ó 5 horas de mi escaso tiempo libre... 2 de ellas en carretera.
- 6 € de entrada. 12€ de combustible más o menos... Eso pasando de palomitas y refrescos a precio de delicattessen.... 18 euracos = 3.000 Pts. ( que así nos entendemos mejor )

Eso sin entrar a pensar como sería lo mismo para un jóven, o no jóven, sin coche: Autobús de linea hasta el centro, autobús urbano o taxi hasta el mall , cuadrar horarios de transporte con los del cine... Y el gasto final no sé a cuanto podría ascender...

La pregunta del millón sería: Señora Ministra (ex directora de la academia de Cine español):
¿Está usted en condiciones de asegurarme que habrá en este año 2009 alguna película española que merezca por mi parte este esfuerzo para su visionado?... Y hago la puntualización nacional pues parece ser que el fin último de sus futuras acciones estaría destinado a la protección de este segmento...

Desde luego existen muchas otras razones y matices a analizar en este asunto, pero, sinceramente creo que ésta no es precisamente baladí y raramente oigo a nadie hablar de ello.
La cosa es muy simple. Sobre el proteccionismo que se intenta hacer para paliar la crisis de espectadores un solo dato le puedo ofrecer para su reflexión: Hace no demasiado tiempo YO acudía al cine al menos UNA vez por semana, TODAS las semanas del año... Desde, digamos los diez últimos años, habré ido como mucho una docena escasa de veces... Menos mal que en mi pueblo ha abierto un videoclub, hay manteros los días de mercado y, sobre todo: Tengo millones de amigos dispuestos a compartir desinteresadamente conmigo de una u otra manera este bien cultural que tan caro e inaccesible se ha puesto.

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